Presentación

Política de Gestión Documental del AHPLM

El Archivo Histórico Pablo L. Martínez está comprometido con la implementación de procesos archivísticos conforme al ciclo vital de los documentos para asegurar su gestión, preservación y consulta, a través de ordenamientos reglamentarios institucionales, prácticas y normas archivísticas nacionales e internacionales, dirigiendo y apoyando a su personal para contribuir a la eficacia del sistema bajo el modelo de mejora continua, fomentando la cultura de protección del patrimonio histórico documental que fortalece la identidad sudcaliforniana y el acceso a la información en beneficio de las partes interesadas.

 

Misión

Somos una institución que recibe y resguarda documentos con valor histórico para la construcción de la memoria colectiva mediante la incorporación, identificación, organización, descripción, preservación, conservación y difusión del patrimonio histórico documental, promoviendo su consulta y fomentando prácticas archivísticas en la institución.

 

Visión

Ser la instancia facultativa archivística que gestione procesos archivísticos ágiles y funcionales, incorporando herramientas tecnológicas para dar acceso y ofrecer servicios de consulta y difusión al patrimonio histórico documental, y consolidar la memoria e identidad colectiva para ser un referente a nivel nacional en materia archivística.

 

 Historia del Archivo Histórico Pablo L. Martínez

La historia de la conformación de nuestro Archivo Histórico Pablo L. Martínez se remonta a finales de la década de 1960, cuando a la par de la efervescencia por ser un Estado Libre y Soberano, un grupo de ciudadanos, preocupados por los fundamentos históricos de nuestra tierra, impulsaron la creación de un archivo histórico, la luz definitiva llegó con la orientación del Dr. Miguel León-Portilla quien preguntó por la existencia del antiguo archivo, aquí es necesario recordar que el Archivo Histórico Estatal Pablo L. Martínez es heredero del antiguo archivo que conservaban, en Loreto, las órdenes religiosas que misionaron en la península de California a finales del siglo XVII. Tras una inundación en la antigua capital histórica de las Californias, el archivo fue trasladado a La Paz en 1830 y aquí se siguió incrementando con la documentación procedente del ya entonces Territorio de la Baja California, perteneciente a la recién constituida nación mexicana; durante el siglo XIX sufrió algunas pérdidas a raíz de los incendios provocados durante la guerra contra Estados Unidos en 1847 y la invasión filibustera en 1853, a pesar de los esfuerzos conservacionistas de algunas autoridades políticas del territorio, por ejemplo del gobernador Teodoro Riveroll, del historiador Adrián Valadés, del Gral. Amado Aguirre quien mandó publicar algunos documentos y del Lic. Hugo Cervantes del Río, nunca se logró mantener el resguardo del archivo en un lugar adecuado, como pudo constatarlo Miguel León Portilla, en aquel entonces director del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, cuando fue llevado al techo de la cárcel de La Paz en el edificio conocido como "El Sobarzo", donde se apilaban los cientos de miles de papeles que daban cuenta de la historia de Sudcalifornia, el Dr. León-Portilla propuso al entonces Gobernador Cervantes del Río la ordenación del material y creación del Archivo Histórico. Mandó entonces a las investigadoras de la UNAM, Guadalupe Pérez y Beatriz Arteaga, quienes utilizaron un principio técnico de procedencia y ordenaron el archivo en los actuales fondos documentales de Colonia o Virreinato, República Centralista, Reforma, Porfiriato, Revolución y Regímenes Revolucionarios; logrando el Dr. León-Portilla y el Mtro. Armando Trasviña entregar el Archivo Histórico un 9 de mayo de 1969, día de la inauguración en el edificio que era conocido entonces como Casa de la Cultura, hoy Museo de Arte de La Paz.

 

    A la muerte del destacado historiador sudcaliforniano Pablo L. Martínez, en 1972 a este Archivo merecidamente se le impuso su nombre. En estos últimos años, este recinto ha estado logrando la ordenación de sus catálogos e incrementando su acervo con transferencias del Archivo General del Estado y el antiguo Juzgado de Distrito. Actualmente, el Archivo Histórico cuenta con personal técnico calificado, además de tener un edificio propio donde se resguardan sus fondos documentales, la fototeca, la hemeroteca, biblioteca, mapoteca, la sala de exposiciones "Lic. Ángel César Mendoza Arámburo", el área de restauración, área de catalogación y también cuenta con un fondo editorial propio para el apoyo a la publicación de obras que den cuenta de la riqueza documental que alberga.

 

    El Archivo Histórico Pablo L. Martínez ya cuenta con 53 años de existencia, y sigue con la firme encomienda de conservar, ordenar y difundir el patrimonio histórico-documental de Baja California Sur, atendiendo los principios técnicos y racionales, así como garantizando el libre acceso a la información que enriquece el conocimiento de la historia de nuestra sociedad sudcaliforniana, promoviendo la democracia y la mejora de la calidad de vida en la ciudadanía.