Libros

Personajes con Historia a Historia con Personajes General Agustín Olachea Avliés

Elizabeth Acosta Mendía

Cristina Ortiz Manzo

Marisol Ochoa García

Laura Silva Castañón

157 páginas | 2016
DETALLES DE Libros
Título: Personajes con Historia a Historia con Personajes General Agustín Olachea Avliés
ISBN: 978-607-8478-48-4
Año: 2016
Edición: 1
Número de Páginas: 157
Detalles:

La historia de Baja California Sur tiene un sitial singular para sus gobernantes de origen castrense, que ejercieron los mandos civil y militar en determinadas épocas de su evolución política, ostentando esta media península la calidad gubernativa de Distrito o Territorio. Acerca de estos hombres todo estudio sinóptico recuperaría y definiría lo que el sentimiento popular esquematizó por su origen durante varios años, en dos grandes divisiones: los nativos o arraigados y los que nacieron y se forjaron fuera de esta tierra. Con la presente obra se retoma el estudio y la investigación sobre el general Agustín Olachea Avilés y se vuelven a caminar los senderos para saldar una deuda histórica que dé cuenta sistematizada del papel desempeñado y las circunstancias que rodearon –parafraseando al filósofo español Ortega y Gasset– a los militares que gobernaron a Baja California Sur, a su estilo y manera. Nuevamente el Archivo Histórico “Prof. Pablo L. Martínez” del gobierno del Estado, se coloca pionera y sustantivamente en la labor editorial, materializando este libro titulado Personajes con historia a historia con personajes. General Agustín Olachea Avilés de la autoría de Elizabeth Acosta Mendía, Cristina Ortiz Manzo, Marisol Ochoa García y Laura Silva Castañón. Para disfrute de especialistas e interesados, por la pasión y el conocimiento de nuestra historia regional. Y doblemente honrado me siento por la invitación a escribir estas líneas de entrada a este texto fundamental para la comprensión de ese papel y de esas circunstancias que jugó –en este caso el General Olachea Avilés– y estuvieron presentes en quien es un hombre destacado de Sudcalifornia, que dejó su impronta en la historia local y nacional, ocupando los más elevados peldaños como hijo de esta tierra, como militar y como hombre de partido. El día 11 de marzo de 2015 tuve la fortuna de ser invitado a expresar un mensaje alusivo en la recepción oficial de los archivos documentales, fotográficos y de la bibliografía particular del General Agustín Olachea Avilés, que de manera formal hizo entrega su familia, para su custodia al Archivo Histórico “Prof. Pablo L. Martínez” que dirige nuestra amiga la maestra Elizabeth Acosta Mendía, destinado al buen uso de investigadores, estudiantes y público en general que nos interesamos por el acontecer histórico de Baja California Sur y de sus más preclaros hijos. La trascendencia de aquel evento singular y que se materializa en el texto que el lector tiene en sus manos, tiene distintas vertientes. Por un lado, la de que este acervo es para los sudcalifornianos una parte imprescindible para preservar la memoria histórica que nos da –como habitantes de esta media península– identidad, honor y gloria cívicos; identidad que es preciso fortalecer en todos nosotros, pero con más urgencia en niños y jóvenes que son el presente y el futuro de esta tierra; identidad que es obligación encauzar desde las instituciones públicas que tienen la responsabilidad constitucional de promover la educación y la cultura, y desde la familia, que para muchos de nosotros, pese a los cambios y las adaptaciones, sigue siendo el pilar de la sociedad, núcleo donde radica con mayor profundidad y responsabilidad la formación de los valores morales y éticos, que deben ser con más racionalidad la base del carácter del individuo, fortaleza del espíritu, y de su relación con la sociedad a la cual nos debemos. Por otro lado, la trascendencia de este valioso texto se produce como homenaje a la personalidad del General Agustín Olachea, como un prototipo de sudcaliforniano, de origen humilde y sencillo, hombre nacido en la campiña todosanteña, quien logró a base de tenacidad, perseverancia, carácter y amor a la patria, escalar los más importantes peldaños a que un hombre, mexicano, sudcaliforniano, militar y político puede aspirar. El General Agustín Olachea es un sudcaliforniano que puso muy en alto el nombre de Baja California Sur, cuando esta península padecía, paradójicamente los efectos de un centralismo avasallante y de un aislamiento ancestral, sin ser una isla. Como mexicano se alistó en las filas de la Revolución Mexicana, donde con valentía y arrojo hizo carrera en actos de guerra, y como militar llegó ser Secretario de la Defensa Nacional; como sudcaliforniano fue gobernador de esta tierra en dos ocasiones: siendo Distrito Sur, de julio de 1929 a octubre de 1931, y Territorio Sur de enero de 1946 a mayo de 1956, impulsando la colonización y el desarrollo de importantes zonas agrícolas de esta entidad; como político fue presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional; y algo muy importante: como padre de familia, forjó con su ejemplo a sus hijos, a sus nietos y demás descendientes, que hoy por hoy, se sienten orgullosos del legado que a ellos directamente les impregna y que distingue a los sudcalifornianos, porque el General Agustín Olachea es conocido y recordado en otras entidades en las que dejó su huella como autoridad civil y militar. Hechos, símbolos y significados de su vida están aquí excelsamente reseñados, porque aún hay mucho para reflexionar de un hombre como el General Agustín Olachea Avilés, cuyos restos mortales descansan en la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres, recinto donde se condensan la tierra, los hechos y la personalidad que sirven de simiente y cohesión social en la entidad. El general dio el paso a la eternidad y por ello sigue vivo en la historia de esta su madre tierra, porque la muerte no empieza con el cese físico de sus signos vitales, sino con el olvido. Sin adjudicarme una representación inmerecida, yo digo que Baja California Sur le reconoce su contribución, porque el hombre y la mujer no tienen razón de existir si no están estrechamente ligados con su entorno, a su ambiente natural y familiar. Y el General Olachea tan lo estuvo que después de servir al gobierno de México y a su ejército en distintas latitudes, regresó a su patria chica a contribuir para engrandecerla bajo su dirección. No puedo evitar extrapolar mi pensamiento con el pasado y con el presente. Así pienso en voz alta y me pregunto: ¿qué haría?.... ¿qué diría? nuestro ilustre General Olachea, si viviera físicamente y tuviera fuerzas para indignarse ante los problemas actuales de un México azotado por el crimen y la inestabilidad en importantes entidades de la República; ante los millones de mexicanos que sufren de la pobreza y la miseria, del desempleo y la falta de oportunidades para mantener honestamente a sus familias; ante un conglomerado social de miles de jóvenes que padecen la enfermedad de las adicciones, de la inestabilidad emocional y de una vida sin esperanzas; ante miles de mexicanos que tienen que buscar más allá de nuestras fronteras lo que su país no les brinda porque prevalecen inequidades e injusticias ancestrales, que pese a los grandes esfuerzos se resisten a desaparecer. Al general Olachea Avilés, de quien el notable y docto profesor Pablo L. Martínez escribió que “era un nativo de la tierra y un gran revolucionario” se le reconoce y se le recuerda al distinguirse con su nombre calles y avenidas, escuelas, colonias en toda la geografía del estado. Con este nuevo libro, no aplica aquella frase hecha famosa por el premio nobel de literatura; aquí el (coronel) general sí tiene quien le escriba; y tendrá muchos más que no solo le escribirán, sino que lo investigarán estimulados en sus propias fuentes, teniendo en sus manos los mismos libros, los mismos documentos, las mismas fotografías y el mismo acervo que el general Olachea leyó, se inspiró en ellos y se regocijó en el recuerdo. La lectura del texto y la consulta de los valiosos documentos que se conservan en el mejor repositorio estatal del Archivo Histórico, estimulan la reflexión sobre las circunstancias que vivió el General Olachea Avilés, como un hombre de su tiempo, como un militar de su tiempo, como un político y gobernante de su tiempo, como un sudcaliforniano de su tiempo. Y más allá de juicios unilaterales, de nostalgias y de pasiones, coincidirán con muchos más que pensamos que México y Baja California Sur necesitan que se cultive más el civismo, que arraigue el nacionalismo sin adjetivos, que la realidad no nos aparte del ideal, y que los ejemplos imperecederos de hombres como Agustín Olachea Avilés vivan con mayor fuerza en nuestra conciencia, como un ejemplo de superación, perseverancia y amor a Baja California Sur.


Área: Historia
Número de Ejemplares: 500
Autor: Elizabeth Acosta Mendía Cristina Ortiz Manzo Marisol Ochoa García Laura Silva Castañón
Editoriales: Instituto Sudcaliforniano de Cultura Archivo Histórico Pablo L. Martínez
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