Leonardo Reyes Silva
Son ya muchos los años que he dedicado a la divulgación de los hechos históricos de la Baja California y, en particular, de nuestro Estado. Todas mis publicaciones –libros, folletos y coautorías– siempre han sido escritas en un lenguaje sencillo, hasta cierto punto didáctico, pues mi primera intención es que sean leídas por la mayoría de los niños y jóvenes de nuestra entidad. La presente publicación contiene 44 crónicas que fueron escritas en los años de 2012 a 2015. Se escribieron tomando en cuenta lo interesante de los temas, de los hechos que sucedieron en el pasado y en el presente los que, de alguna manera, suscitaron el interés de la sociedad sudcaliforniana. La sensible desaparición del doctor en historia Miguel Mathes, la muerte del licenciado Ángel César Mendoza Arámburo, ex gobernador de nuestro estado y el recuerdo del ingeniero Modesto Rolland, son crónicas de personajes inolvidables. Pero también de sucesos ocurridos en nuestra época como La virgen del árbol, La guayabera y los chiles en nogada y Un drama ranchero, crónicas que describen lo cotidiano de nuestra gente. En otras crónicas el lector encontrará narraciones que tienen que ver con la historia de nuestro pasado. Tales son los casos de Fray Junípero Serra y la Baja California, Linck y la misión de San Francisco de Borja y Murcia y la misión de La Purísima. Habría sido fácil conformar el presente libro con un mayor número de crónicas, pero la intención fue seleccionar lo que a mi juicio puede resultar interesante para el público, sin mengua de que las demás tengan su grado de interés. Repito aquí lo que en otras ocasiones he dicho: el medio quizá más eficaz para describir los acontecimientos es la crónica. Ella es objetiva, presenta los hechos tal como sucedieron, es fácil de leer y comprender. Evita, hasta donde es posible, las especulaciones, críticas, opiniones adversas y aunque, a veces, lo inexplicable de los sucesos da pie a ello. Sea como sea, la crónica es el recurso que con mayor frecuencia utilizo, y es puente que une mi vocación de escritor con los lectores que se animan a leerlas. No hay más.
